domingo, 24 de marzo de 2013

Pim Pam Pum.


Cuando no crees en el futuro, no haces planes, no existe esa opción.
No es que no me apetezca, por supuesto soy soñadora, pero a intervalos cortos, ya sabes, "qué guay sería algún día hacer eso...llegar a aquello...y podríamos ir a...." y PUM, despierto, y entonces caigo en que el mañana es totalmente incierto, fuck logic, no? Pues así es....
Y no es que no crea en ti, en nosotros, en el resto...simplemente no creo en mí. No quiero llenarte de promesas a sabiendas que puedo despertar mañana con la tortilla del revés y dejarlo todo. Sabes que soy así... inestable.
Me dices de quedar luego, de ir al cine mañana, de hacer un viaje el mes que viene, de mudarnos algún día...la casa, el perro, ¿los posibles niños? De envejecer juntos, todo el pack, y, ¡joder! Que yo con lo del cine ya me había acojonado, ya me parecía el mayor plan de futuro que hubiese hecho jamás. Pensarás que soy una exagerada, pero tengo miedo. Porque cuando un sentimiento tan fuerte crece tan rápido, ¿quién me asegura que no se irá con la misma facilidad? Nadie puede jurarme que mañana seguiré igual de loca por ti, quizás mañana siga, simplemente, loca. Y la idea me aterra....me jode enormemente.
Quisiera poder decirte que sí a todo....que te llamo mañana, cenamos la semana que viene, podemos ir a la playa en verano y hacer muñecos de nieve en invierno. Podríamos hacer todas estas cosas, o quizás no. Quizás mañana ya no me gusta el amarillo, ya no amo los dulces, me tiño de castaño o quizás dejo de dibujar....Quizás al despertarme odio el mundo casi tanto como a mí. Quizás me despierto y he dejado de echarte de menos, de necesitarte en mi vida, de necesitar a nadie. Quizás, de repente, decido que prefiero morir sola, en una habitación sin ventanas llena de girasoles.
No lo sé. No lo sé.

Mi terapeuta dice que mi mayor problema no son mis sentimientos ni mis emociones, es el hecho de que quiero controlarlos. No los entiendo. Creo que no son normales, y como no son normales, no quiero sentirlos, no me permito sentirlos. Y eso crea un bucle de emociones reprimidas, a medio cocer. Entonces llega la ansiedad, el estrés, el miedo que pasa a ser pánico y PUM otra vez.
Y así, semana tras semana.

Y, como ya te he dicho....para los que no creemos en el futuro, no existen los planes, no existe la palabra "siempre", ni las oportunidades....nada. Sólo el ahora. Por lo tanto...vivamos el presente.
A lo peor en un par de horas me vuelvo a derrumbar.

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