domingo, 12 de enero de 2014

Quizá el problema sea que no sabemos cicatrizar bien. A cada herida guardada se nos suman las nuevas, y con el paso del tiempo no hacemos otra cosa que ir acumulando dolor...Dicen que el tiempo lo cura todo, pero lo cierto es que lo único que consigue es generar olvido, lo cual alivia, pero no sana.


Mentiría si dijera que ya no me duele. Mentiría si dijera que alguna vez he superado algo por mí misma, quizá soy demasiado débil, o quizá nunca he encontrado un motivo suficientemente bueno como para proponerme estar bien, y seguramente sea por eso por lo que casi siempre encuentro algún motivo para estar triste. 
No lo sé...a menudo recurrimos al autoengaño simplemente para convencernos de que no es para tanto, el tiempo enterrará los temores, las dudas, los engaños y todas ésas pérdidas que nos han hecho sufrir y nos matan la confianza, pero no es así....no es así. Hay que sacar fuerzas de donde sea....aunque no te quede nada ni nadie, aunque hayas perdido tu punto de apoyo una vez tras otra...


Quedan demasiados golpes por recibir como para hundirnos tan pronto.